martes, 12 de marzo de 2013

LA REVOLUCIÓN CUBANA

Las medidas sociales y económicas
 En 1959 el gobierno cubano dispuso una ley de reforma agraria para erradicar el latifundio que afectó tanto a las propiedades cubanas como a las extranjeras. Con la entrega gratuita de tierras y sus títulos de propiedad, desaparecieron la aparcería y el arrendamiento, responsable de la miseria campesina. Además se crearon numerosas cooperativas cañeras. Estos cambios afectaron a las empresas norteamericanas radicadas en la isla, fundamentalmente a la United Fruit y a la Cuba Sugar Mills Co. Las transformaciones productivas fueron dirigidas por el Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA), presidido por Fidel Castro, que también comenzó la construcción de viviendas, de escuelas y carreteras. Hasta entonces existían en América Latina dos antecedentes de reformas agrarias: el agrarismo mexicano (de Zapata y Lázaro Cárdenas) y la reforma de 1953 en Bolivia. En ambos casos se establecieron límites a la extensión de la propiedad (los latifundios), se distribuyeron tierras a pequeños productores y se restituyeron tierras despojadas a las comunidades. Tanto en México como en Bolivia predominaba el campesinado, en su mayoría indígena, y existían distintas formas de trabajo servil a los que estaban sometidos estos pueblos. Allí las reformas no resolvieron el problema agrario ni liberaron al campesinado de la pobreza secular; por el contrario, en el caso concreto de Bolivia la producción agrícola cayó bruscamente y se volvió a la agricultura de subsistencia. El caso cubano de distinguió por la existencia de un verdadero proletariado rural debido al temprano desarrollo del capitalismo agrario ligado al funcionamiento de los centrales azucareros. Estas condiciones permitieron a Cuba avanzar más lejos que los modelos mencionados. Mediante la primera ley de reforma agraria sólo se limitaron las grandes propiedades. A partir de 1963, durante la segunda fase de la reforma, se estableció la hegemonía del sector estatal. Con la nacionalización del sector azucarero, las granjas agrícolas (granjas del pueblo) y la colectivización, el gobierno revolucionario elegía una alternativa socialista. El desarrollo agrario quedó supeditado a la planificación del estado; el área agrícola se duplicó, y se crearon planes regionales que contemplaban las condiciones específicas de cada zona para promover las plantaciones de cafetos, cítricos y arrozales. De este modo, el INRA impulsó la diversificación de los cultivos, aunque el azúcar siguió siendo el eje de la economía exportadora y la principal fuente de divisas para el estado cubano. Otras medidas del gobierno revolucionario fueron la reducción de los alquileres, la suspensión de los desalojos y la ley de reforma urbana. Se establecieron rebajas telefónicas y eléctricas (servicios que eran brindados por compañías extranjeras que aún no habían sido nacionalizadas) y comenzó una campaña nacional de alfabetización dirigida hacia el millón de cubanos que aún no sabían leer ni escribir. 

BIBLIOGRAFIA
HISTORIA LATINOAMERICANA 1700-2005 Gallego, Eggers-Brass, Gil Lozano 
 REVOLUCIÓN CUBANA (CANAL ENCUENTRO)

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